Filmoteca Regional, Jueves 17 de Octubre
“Hoy empieza todo” (Bertrand
Tavernier, 1999)
Desde su primer largometraje a mediados de los 70,
digno descendiente de la cinefília de la Nouvelle Vague, Bernard Tavernier se
ha paseado por los distintos géneros cinematográficos con la soltura de un
artesano. Con el buen hacer y el cariño de un amante del cine, el director de
Lyon ha abordado el retrato criminal (“El
relojero de Saint Paul”, 1974, o “La
Carnaza”, 1995) y el cine policíaco (“1280
almas”, 1981, o “Ley 627”,
1992), los films bélicos (“La vida y
nada más”, 1989, o “Capitán Conan”,
1996) e históricos (“El juez y el
asesino”, 1976, o “Salvoconducto”,
2002); ha desarrollado su pasión por la música (“Mississippi Blues”, 1983, o “Alrededor
de la Medianoche”, 1986) y hasta se ha paseado por la ciencia-ficción (“La muerte en directo”, 1980), por el
cine de aventuras de capa y espada (“La
hija de D’Artagnan”, 1994) o por el cine más comprometido con la excelente “Hoy empieza todo”, cine social de
primera línea que busca mejorar el mundo por medio de una hermosa e intensa
historia que rebosa humanismo y optimismo, pero también supone una
estremecedora mirada a la clase trabajadora y a la infancia.
Daniel Lefebvre (Philippe Torreton) es director de
una escuela infantil de un pequeño pueblo minero del norte de Francia. El paro
hace estragos en la minería y Daniel nota los problemas de las familias en los
niños que asisten a la escuela. Un día una madre aparece borracha en la escuela
y abandona a sus hijos, lo que provoca que Daniel decida hacer algo para
solucionar los problemas extraescolares de los alumnos. Pero el voluntarioso
director verá como los políticos y otras instituciones se interponen en su
empresa y comienzan a cuestionar su puesto de director de la escuela.
Película de visión imprescindible, de un valor
humano y cinematográfico de primera línea, que hace del realismo y de su
particular mirada una excelente herramienta educativa que no olvida el medio
cinematográfico que la hace posible. Drama cotidiano de crítica social que
funciona como una llamada de atención (y de esperanza) hacia problemas reales
por medio de temas fundamentales del proceso educativo como son la implicación
afectiva de los profesores y la poca importancia de las escuelas en los presupuestos
de los gobiernos. En definitiva, un film valiente y necesario que, como suele
suceder, no ha tenido la trascendencia mediática de obras similares rodadas en
Hollywood (como “Mentes Peligrosas” por ejemplo) pero merece estar en lo más
alto del género de profesores que se implican en la vida de sus alumnos.
- Para los
que creen que el cine puede ser una herramienta de cambio social.
- No
pierdan el tiempo los que esperen delincuencia infantil y música hip-hop.
No hay comentarios:
Publicar un comentario